Hace poco fui honrado con la invitación a un evento organizado con alumnos de educación primaria y educación preescolar. El número artístico fue un baile tradicional de los Chilenos (Morelos, México), representado por niños y niñas de 4 y 5 años.
Al terminar el evento, varios padres de familia se acercaron a felicitar a los alumnos -algunos lograron hacerlo-. En eso, les pidieron a los niños que entraran a su salón, porque la directora del preescolar les iba a decir "algo". ¿Qué fue? Resulta que en vez de felicitarlos o animarlos a continuar con estas actividades, la directora se dirigió a ellos en un tono molesto, y les dijo: "¿Por qué no se movieron?" "Varias veces lo ensayamos..." [A decir verdad, nunca lo ensayaron con la máscara]
Al final del día me acerqué a uno de ellos y le expresé lo bien que lo hicieron, desafortunadamente, el niño me dijo: "No es cierto, la directora nos dijo que no nos movimos"."Yo me puse nervioso al ver tanta gente".
Francesco Tonnuci, promotor de la ciudad de los niños (3 años), ha realizado diversos estudios del valor de la formación a esa edad. Sobre todo el impacto que pueden tener este tipo de mensajes a esa edad.
Ha expuesto el efecto que puede haber cuando un adulto desvaloriza su esfuerzo o se dirige a él de determinada forma.
Analizando un poco, ¿qué pretendía la directora con ese comentario?, ¿que lo hagan mejor? ¿o que disfruten la expresión artística? Hacia dónde llevamos a los alumnos al éxito o al fracaso, con esos comentarios.
Otra especialista, profesora de psicolgía, Carol Dweck, dice que el éxito dependerá del esfuerzo que se realice "una mente en crecimiento", pero hay ciertas reglas en la motivación, en las cuales ninguna habla de menospreciar el esfuerzo que realicen las personas. La especialista hace énfasis en lo que el adulto les dice a los niños: "... los mensajes que se envían a su disposición mental"
Otros aspectos que considera son:
* Cuando el niño hace las cosas mal, hay que ayudarle a mejorar con crítica constructiva que le ayude a entender cómo arreglar el problema, en lugar de etiquetar o excusar al niño.
* Analiza los objetivos que deseas que consiga tu hijo; tener un talento innato no es un objetivo, pero desarrollar destrezas y expandir su conocimiento proporcionándole información y medios para conseguirla y entenderla sí son objetivos en los que puedes ayudar a tu hijo.
Al terminar el evento, varios padres de familia se acercaron a felicitar a los alumnos -algunos lograron hacerlo-. En eso, les pidieron a los niños que entraran a su salón, porque la directora del preescolar les iba a decir "algo". ¿Qué fue? Resulta que en vez de felicitarlos o animarlos a continuar con estas actividades, la directora se dirigió a ellos en un tono molesto, y les dijo: "¿Por qué no se movieron?" "Varias veces lo ensayamos..." [A decir verdad, nunca lo ensayaron con la máscara]
Al final del día me acerqué a uno de ellos y le expresé lo bien que lo hicieron, desafortunadamente, el niño me dijo: "No es cierto, la directora nos dijo que no nos movimos"."Yo me puse nervioso al ver tanta gente".
Francesco Tonnuci, promotor de la ciudad de los niños (3 años), ha realizado diversos estudios del valor de la formación a esa edad. Sobre todo el impacto que pueden tener este tipo de mensajes a esa edad.
Ha expuesto el efecto que puede haber cuando un adulto desvaloriza su esfuerzo o se dirige a él de determinada forma.
Analizando un poco, ¿qué pretendía la directora con ese comentario?, ¿que lo hagan mejor? ¿o que disfruten la expresión artística? Hacia dónde llevamos a los alumnos al éxito o al fracaso, con esos comentarios.
Otra especialista, profesora de psicolgía, Carol Dweck, dice que el éxito dependerá del esfuerzo que se realice "una mente en crecimiento", pero hay ciertas reglas en la motivación, en las cuales ninguna habla de menospreciar el esfuerzo que realicen las personas. La especialista hace énfasis en lo que el adulto les dice a los niños: "... los mensajes que se envían a su disposición mental"
Otros aspectos que considera son:
* Cuando el niño hace las cosas mal, hay que ayudarle a mejorar con crítica constructiva que le ayude a entender cómo arreglar el problema, en lugar de etiquetar o excusar al niño.
* Analiza los objetivos que deseas que consiga tu hijo; tener un talento innato no es un objetivo, pero desarrollar destrezas y expandir su conocimiento proporcionándole información y medios para conseguirla y entenderla sí son objetivos en los que puedes ayudar a tu hijo.
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