¡Todos al piso!

En 1998, el periodista uruguayo, Eduardo Galeano escribió un interesante libro tituado: Patas arriba. La escuela del mundo al revés; en él presenta algunas crónicas sociales interesantes acompañado de grabados de J. Guadalue Posadas. Una de ellas se titulaba La enseñanza del miedo, en el cual exponía las diversas maneras de aprender del miedo, bastaba con salir de casa.

La semana pasada un grupo de padres de familia estuvieron inconformes con el maestro de sus hijos en Ciudad juárez, Chihuahua -México-. Debido a que el mentor de sexto grado (11-12 años), les platicó a sus alumnos sobre una reciente disputa entre sicarios y federales (policía) con detalle, para que los chicos tuvieran un panorama bastante claro de lo que estaba pasando en la sociedad. Pero para quedara más claro, también se lo contó, en una reunión, a padres de familia. Éstos se molestaron con el profesor porque consideran que a la edad de los niños no es conveniente que se enteren de lo que sucede en la sociedad. ¿Será?

En la misma línea y para evitar provocar el miedo en los alumos de primaria se ha suspendido el programa "Todos al piso" el cual consistía en orientar a los chicos en caso de encontrarse enmedio de una balacera. ¿Bastará con quitar estos programas para saber que estamos en una sociedad tranquila y segura?

Si esto no le corresponde a las escuelas, ¿cómo se debe orientar a nuestros alumos?

Arma tu historia con un examen

Desde hace días varios países se "vive" tiempos de bicentenario. Sin duda un pretexto para recordar quiénes somos (y también hacia dónde vamos); así como también la oportunidad de identificarnos como personas de un país determinado.

En México, la autoridad educativa editó unos libros interesantes para educación primaria y secundaria titulados: Arma tu historia. La idea es muy atractiva, incluso, para primaria, hacer dos libros uno adaptado para niños de 6 a 8 (Primero a tercero) y otro de 9 a 12 (tercero a sexto grado).

Me cuentan que un profesor llegó a la dirección, realmente preocupado y molesto, porque a su grupo no le habían llegado los ejemplares completos del libro Arma tu historia. La directora sintió esa emoción porque el docente había asumido un papel de compromiso hacia sus alumnos, y sobre todo porque tuvieran el material completo y más sobre su historia.

La explicación de la directora al profesor era de tener un poco de paciencia porque pronto iban a llegar (esa era la respuesta de las autoridades); no obstante, para desfortuna de la directora- el profesor le dijo a ella que los necesitaba porque en su otra escuela le habían dicho que de esos libros se les iba a ser un examen ¿? La directora no podía dar crédito.

Así es, quien mejor conteste un cuestionario (que se encuentra en los libros) serán acredores de una beca hasta la universidad. Las respuestas están en los libros que les dieron a los docentes o en internet. ¿Cómo saber que realmente los mejores obtendrán la beca? Se dice que los resultados serán comparados, en al segunda fase, con resultados de la prueba ENLACE; de ahí que si algún alumno resuelve su examen honestamente y le fue bien, pero en ENLACE no le fue tan bien, pues no es creíble su calificación ¿será?

Un asunto más, me parece que el acercamiento de la historia a través de los libros era una buena opotunidad, pero de ahí a "volverles" a evaluar a través de un cuestionario... Recuerdo que los especialistas de la enseñanza de la historia, han señalado, reiteradamente, que debemos dejar de viciar la enseñanza de la historia por medio de cuestionarios (y más si son de opción múltiple)... ¿entonces en qué quedamos?

Habrá quien diga que los libros no fueron creados para enseñar historia; no obstante, en la práctica son (eran) un buen recurso para hacerlo.

Por cierto, si los libros se entregaron apenas en septiembre, cómo van a resolver los niños el cuestionario que contempla todo el libro; ¿habrá que memorizarlo?