En mi formación como docente (en la Benemérta Escuela Nacional de Maestros), no recuerdo algún tema, ni mucho menos una asignatura que me hubiera orientado en cuanto a las tareas escolares (que debía dejar a los niños). En mis primeros años, los padres de familia presionaban y exigían tareas, no importaba la calidad, sino la cantidad; ahora, es más frecuente que los padres reclamen la gran cantidad de tareas que deja una maestra o maestro; y además, hacen referencia a la calidad, ahora dicen: "El maestro deja muchos trabajos para evaluar, pero no aprende mi hijo"). Por lo que su percepción ha cambiado de la cantidad a la calidad.
Sin embargo, ambas tendencias estuvieron vigentes durante mis quince años frente a grupo.
Existe una diversidad perceptiva sobre las tareas escolares de los docentes, mientras unos dejan menos y otros más; están aquéllos que no dejan tarea los fines de semana o en vacaciones; y otros que dejan más tarea los fines de semana y días de suspensión; hay otros que dejan trabajos manuales (de Educación artística); otros aprovechan, para dejar el ejercicio incompleto del libro, otros, lecciones enteras del libro; hay quienes lo usan para practicar: dejan planas de palabras, enunciados; otros para preparar la clase: comprar la "monografía" o traer los recortes; también hay quienes, más audaces no dejan ni una sola tarea ("o enseño o reviso tareas"); otros más académicos, sólo dejan tarea de algunas asignaturas; también hay quienes consideran la tarea como un práctica: "Van a realizar estos ejercicios para repasar lo que aprendieron" -dice la maestra (Dos principios: la maestra cree que lo que enseñó, el alumno lo aprendió en la clase (de hora o media hora); y, la maestra sabe -lo supone- que alguien lo apoyará en casa). Sin olvidar quienes consideran a las tareas como evidencias de peso para la evaluación final -sumativa: "los niños que no traigan la tarea son los que tienen mayor probabilidad de reprobar".
Sin embargo, ambas tendencias estuvieron vigentes durante mis quince años frente a grupo.
Existe una diversidad perceptiva sobre las tareas escolares de los docentes, mientras unos dejan menos y otros más; están aquéllos que no dejan tarea los fines de semana o en vacaciones; y otros que dejan más tarea los fines de semana y días de suspensión; hay otros que dejan trabajos manuales (de Educación artística); otros aprovechan, para dejar el ejercicio incompleto del libro, otros, lecciones enteras del libro; hay quienes lo usan para practicar: dejan planas de palabras, enunciados; otros para preparar la clase: comprar la "monografía" o traer los recortes; también hay quienes, más audaces no dejan ni una sola tarea ("o enseño o reviso tareas"); otros más académicos, sólo dejan tarea de algunas asignaturas; también hay quienes consideran la tarea como un práctica: "Van a realizar estos ejercicios para repasar lo que aprendieron" -dice la maestra (Dos principios: la maestra cree que lo que enseñó, el alumno lo aprendió en la clase (de hora o media hora); y, la maestra sabe -lo supone- que alguien lo apoyará en casa). Sin olvidar quienes consideran a las tareas como evidencias de peso para la evaluación final -sumativa: "los niños que no traigan la tarea son los que tienen mayor probabilidad de reprobar".
También las editoriales no se quedan atrás... editando libros exclusivos para tareas escolares.
Además de esta diversidad docente, no olvidemos a los padres canadienses que se quejaron legalmente de las tareas por inútiles.
Ahora les platico que se realizó, hace unos años, una investigación por parte de David P. Baker y Gerald K., quienes señalan los obstáculos que se generan al dejar demasiada tarea; incluso generan desigualdad entre los sectores sociales.
Además, la investigación arrojó un dato interesante; observó, después de una prueba, que en los países que dejan menos tarea obtuvieron mejor puntaje; y los países que acostumbran dejar más tareas, tuvieon menos puntaje.
Además de esta diversidad docente, no olvidemos a los padres canadienses que se quejaron legalmente de las tareas por inútiles.
Ahora les platico que se realizó, hace unos años, una investigación por parte de David P. Baker y Gerald K., quienes señalan los obstáculos que se generan al dejar demasiada tarea; incluso generan desigualdad entre los sectores sociales.
Además, la investigación arrojó un dato interesante; observó, después de una prueba, que en los países que dejan menos tarea obtuvieron mejor puntaje; y los países que acostumbran dejar más tareas, tuvieon menos puntaje.
Así que cuando deje tarea a sus alumnos piénselo dos veces o más.
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