Pensar en la planeación didáctica. Para tomar en cuenta.

La planeación de la clase constituye una herramienta de empoderamiento didáctico para lograr que los aprendizajes en la escuela sean más relevantes y pertinentes, y a su vez, consolide la profesionalización del docente; aunque en la realidad, con seguridad no siempre lo planeado se logra en la clase; lo cual nos orilla a preguntar sí vale la pena planear.

Reflexione un poco, ¿qué días de la semana planea?, ¿a qué hora? ¿Con quién planea? ¿Qué libros o recursos utiliza para planear? ¿Cuánto tiempo tarda en realizar su planeación?, ¿considera que es mucho tiempo? ¿Compra o baja (de internet) la planeación?, ¿recicla planeaciones de ciclos anteriores?, ¿o no planea?

Décadas atrás la planeación de clase era un documento que validaba el trabajo del docente en el aula con respecto a cubrir los temas del programa escolar (era necesario asegurarse que lo hacía el docente). Al paso de los años perdió peso su función pedagógica y se volvió un documento administrativo para asegurar que no sólo el docente estaba trabajando en el aula, sino también para el director, de que supervisaba el trabajo en el salón de clases.

Los cambios curriculares se caracterizan por la falta de orientación y formación de los docentes en los modelos pedagógicos que se pretenden implementar, lo que ha orillado a varios de ellos a comprar la planeación en editoriales o bajarla de la web. Esta situación que va en aumento, ha provocado la simulación entre que el docente "entrega una planeación y cumple", con la revisión supuesta de la autoridad escolar "al firmarlo y felicitar al docente si lo entrega el día acordado". Por ende, será importante que el docente y autoridades escolares (incluyendo la supervisión) tengan presente el valor pedagógico y el impacto al diseñar planeaciones en el aula, en los aprendizajes de los alumnos.

Tesis 1. La planeación no debe centrarse en una secuencia de actividades, sino debe estar orientada en un propósito de clase (no aprendizajes clave o esperados, sino derivado de estos); para ello se debe crear ambientes de aprendizaje, ¿cómo lograr que aprenda en clase? Primero, los alumnos deben saber el propósito de la clase (entender qué van lograr en esos minutos); después indagar sobre lo que ya saben, incorporar el contenido nuevo, y al finalizar saber si se logró el propósito o no (emitir un juicio y tomar decisiones). No se debe perder el sentido a la evaluación para el alumno como para el docente. Lo anterior siempre en ambientes colaborativos. La organización de los alumnos debe centrarse en construir el conocimiento en colectivo (pares, equipos, plenaria) y así, reducir las actividades individuales. Los ambientes deben estar enfocados en la participación de los alumnos –en situaciones auténticas- y no en el discurso del docente, y condicionados por relaciones de respeto, igualdad, y libertad. Nadie aprende en ambientes incómodos, de no participación o de represión (continuará).