En estos días, en la radio con frecuencia escuchamos un spot publicitario que nos recuerda la cantidad de veces que decimos no a nuestros pequeños (sean nuestros hijos o alumnos); y a su vez nos invitan a reflexionar de comunicarnos con ellos de manera positiva. Negarle las cosas es como enseñarles la fustración desde la infancia. No obstante, estoy seguro, que la decisión es circuntancial, en el entendido de que "no todo es no" como tampoco si.
Hace un par de días escuchaba a la misma locutora del comercial, Martha, pero ahora en su programa de radio entrevistando a una psicóloga, la cual le mencionaba que los niños deben aprender a escuchar el no. Le decía que en la actualidad los padres al no estar con sus hijos durante el día, cuando llegan del trabajo tratan de consentirlo, para no tener una culpa por su ausencia. Otras razones fueron de los padres que tuvieron problemas para tener un hijo y ahora que lo tienen no pueden negarle las cosas...
Más de quince años como docente a nivel básico, me ha tocado ver cómo los padres y madres les complacen casi todo a sus hijos, al grado que si hubiera un problema en la escuela, la culpa (porque se trata de buscar culpables) la tiene el profesor o profesora. Hace poco escuché a una mamá de mis alumnos que me decía que la disculpara pero que ella le iba a creer a su hijo de todo lo que le dijera.
Entonces, ¿sí, pero siempre no?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario