
He dicho en reiteradas ocasiones que hay dos grupos de profesores en educación básica: los normales y los anormales.
En cualquier sistema nos (Dilthey) preocuparían los anormales. Sin embargo, como se han presentado las cosas nos ocupan los normales.
Ahora se dice que poco se ha hecho en cuestión. No obstante quienes han estado dentro de una normal sabemos que las cosas no son nada sencillas para salirse de la cátedra y promover otro tipo de actividades académicas; es decir, que los profesores de las normales tengan presencia en eventos educativos, ya sea en universidades o instituciones superiores; ya que los profesores y alumnos normalistas brillan por su ausencia; de hecho en la UPN no hay presencia normalista en eventos académicos, salvo como estudiantes (de un diplomado o especialización) o como participantes, pocas veces como ponentes, ¿acaso no tienen nada que aportar? A principios de este año, en el evento de Gardner, me encontré con una profesora de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM), donde le cuestionaba su presencia y la de otros profesores en otros eventos, a lo cual con tristeza me respondía que era difícil salir de la escuela; ya que los permisos son nulos y están sujetos en ocasiones por su sindicato.
La educación normal tuvo su última reforma a finales de los noventa; en la licenciatura en primaria se dejó atrás el modelo de la investigación-acción, porque lo que se buscaba no eran maestros que investigaran sino que enseñaran (curiosamente con las acciones impulsadas por la SEP exigen un espíritu investigador a los profesores: elbaoración de un proyecto escolar, de un diagnóstico, realizar adecuaciones curriculares, fomentar la participación con padres de familia, entre otras).
Según la maestra Gordillo, se pide que las carreras se cambien por otras profesiones, (aunque ya salió que, "lo que dijo no era lo que dijo").
En realidad hay muchos factores que están inmersos en el funcionamiento de las normales públicas; por lo que será necesario realizar reformas, no solo curriculares, sino de transfondo, algo que en alguna vez se mencionó: una verdadera transfromación normalista. En el caso de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (DF), resultó una de las mejores evaluadas en el examen nacional de oposición para maestros de educación básica, pero, qué le falta para tener presencia...
En cualquier sistema nos (Dilthey) preocuparían los anormales. Sin embargo, como se han presentado las cosas nos ocupan los normales.
Ahora se dice que poco se ha hecho en cuestión. No obstante quienes han estado dentro de una normal sabemos que las cosas no son nada sencillas para salirse de la cátedra y promover otro tipo de actividades académicas; es decir, que los profesores de las normales tengan presencia en eventos educativos, ya sea en universidades o instituciones superiores; ya que los profesores y alumnos normalistas brillan por su ausencia; de hecho en la UPN no hay presencia normalista en eventos académicos, salvo como estudiantes (de un diplomado o especialización) o como participantes, pocas veces como ponentes, ¿acaso no tienen nada que aportar? A principios de este año, en el evento de Gardner, me encontré con una profesora de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM), donde le cuestionaba su presencia y la de otros profesores en otros eventos, a lo cual con tristeza me respondía que era difícil salir de la escuela; ya que los permisos son nulos y están sujetos en ocasiones por su sindicato.
La educación normal tuvo su última reforma a finales de los noventa; en la licenciatura en primaria se dejó atrás el modelo de la investigación-acción, porque lo que se buscaba no eran maestros que investigaran sino que enseñaran (curiosamente con las acciones impulsadas por la SEP exigen un espíritu investigador a los profesores: elbaoración de un proyecto escolar, de un diagnóstico, realizar adecuaciones curriculares, fomentar la participación con padres de familia, entre otras).

Según la maestra Gordillo, se pide que las carreras se cambien por otras profesiones, (aunque ya salió que, "lo que dijo no era lo que dijo").
En realidad hay muchos factores que están inmersos en el funcionamiento de las normales públicas; por lo que será necesario realizar reformas, no solo curriculares, sino de transfondo, algo que en alguna vez se mencionó: una verdadera transfromación normalista. En el caso de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (DF), resultó una de las mejores evaluadas en el examen nacional de oposición para maestros de educación básica, pero, qué le falta para tener presencia...
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