
Hace un par de semanas escuché a una maestra de educación primaria decir que su escuela había sido una de las mejores del sur de la ciudad de México, y que en su junta técnica, una autoridad educativa llegó a informarles que al ser una "de las mejores" estaban comprometidas a ayudar a escuelas ¿peores? a compatir sus experiencias. Fueron sentimientos encontrados -me dice, porque por un lado estaban contentos por ser catalogada su escuela de esa manera, pero por el otro no sabían qué compartir, porque no pensaron en tener tal reconocimiento -"de hecho hacemos lo que podemos"- me decía.
Primero, ¿quién determina la mejor o la peor escuela? por el momento, y así lo considera el discurso oficial, es la prueba ENLACE. En el blog anterior señalábamos la repercusión que ha tenido en señalar a los profesores (y sus escuelas de formación) como los culpables de la mediocridad de resultados -a alguien se tenía que culpar ¿o no?
Las listas ya aparecen para hacer los comparativos correspondientes, no dudo que algunas escuelas se apresuraron a colocar su manta ("de ser las mejores" -según su conveniencia-)
Pero algo que no está en las listas es la cotidianeidad de las escuelas; es decir qué características tiene la mejor escuela: pocos alumnos, mejor infraestructura, primaria nocturna, entre otros factores; sin duda estos factores no pueden ser determinantes, pero si condicionantes (FREIRE). Hay un factor que poco se habla de él y creo que es viable considerar: -Una de las mejores escuelas de una zona escolar, me decía una maestra -se caracteriza por profesores con una experiencia superior a los 25 años de docencia; otra maestra y alumna de la Facultad me decía algo similar, donde las mejores escuelas de su zona escolar era precisamente a profesores ya mayores de edad y de antigüedad laboral. Si esto fuera una situación común, mis dudas estarían en saber cuál es su forma de dar clases (conductista, constructivista, ecléctica), cuál es el ambiente que se generan en sus salones (rígido, disciplinado, teórico, de libertad, abierto o lúdico); de qué generación salieron estos profesores de su educación normal (maestros sin licenciatura, profesores con licenciatura pero del plan 1984 ó 1997 -¿qué papel juegan las reformas de la educación normal?) Vaya estos elementos permitirá a los profesores de prácticas exitosas a aquellos que no lo son -según una prueba-.
La situación, lejos de ser una simple declaración sindical; es muy compleja. Si realmente nos ocupa el estado actual de la educación primaria y de los profesores, debemos no sólo considerar como un único indicador para tomar decisiones a un solo instrumento (la prueba ENLACE). Concluyo (irónicamente): los mejores profesores de acuerdo a ENLACE son, o porque tienen experiencia, o porque su metodología didáctica está acorde a la prueba ENLACE.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario